El pasado miércoles 5 de febrero, los
alumnos de 3o de ESO y los de 2o de Bachillerato asistireron a la
representación de la obra “Lazarillo de Tormes” en el Teatre Municipal de Girona, gentileza de la compañía Teatre de Ponent.
Disfrutamos de una
adaptación actualizada del clásico castellano que encandiló a los más
jóvenes y que seguramente será muy útil para la preparación de las
pruebas PAU, la antigua Selectividad, para los mayores, ya que es una de
las lecturas obligatorias de este curso. Las aventuras y desventuras de
este pícaro siempre serán eternas, y nos recuerdan que cualquier tiempo
pasado no fue mejor. En escena, los actores lograron captar el punto
humorístico que recorre la novela y que no siempre es perceptible para
los lectores jóvenes, pues queda velado por la tragedia fundamental que
recorre toda la narración: la miseria, el miedo, el aprendizaje forzado y
forzoso; y el hambre, entidad abstracta que cobraba presencia en el
escenario a través del rugido de una fiera que sorprendía a los
espectadores y a los propios personajes.
Al inicio
de la obra surge, de entre los espectadores, un filólogo y académico
con maneras de arqueólogo que, al son de la sintonía de Indiana Jones,
anuncia que busca un manuscrito del Lazarillo del que se ha tenido
noticia recientemente. Lo que acaba encontrando es al propio Lázaro que, cinco siglos después, permanece escondido para no sufrir la ira de
la Inquisición, pues la Iglesia no sale muy bien parada cuando nuestro
pícaro cuenta todo lo que tuvo que hacer para sobrevivir en la Castilla
del siglo XVI...
Se inicia a partir de aquí un
relato en el que el académico Ramón Martínez se presta a dar vida a los
distintos amos de Lázaro, pues conoce la obra al dedillo, y así, afirma,
ayudará a los espectadores a entender la importancia de la obra en la
historia de la literatura española, pero también su vigencia en la
actualidad. Lázaro también se sorprende con los derroteros por los que
avanza la sociedad, aunque ambos concluirán que, en lo más profundo, los
cambios con respecto a su época quizá no han sido tantos. “Nosotros
teníamos la excusa de la ignorancia, ¿Cuál es la vuestra?” pregunta
Lázaro con extrema lucidez.
El coloquio final con
los actores y la autora de la obra sorprendió a los estudiantes y
también los mantuvo atentos hasta el final; pudieron hacer las preguntas
que quisieron y fue muy enriquecedor para todos. Mejor que nosotros,
los profesores, os lo explicaran ellos: os dejamos algunas reflexiones
que nos han hecho llegar sobre su experiencia. La próxima será “Luces de
Bohemia”. Esperamos que Max Estrella les sorprenda y cautive tanto como
Lázaro.
"Esta obra se ha interpretado en el Teatro Municipal de Girona el día 5 de febrero de 2020 a las once de la mañana. Duró aproximadamente una hora y media.
La obra del Lazarillo de Tormes trata sobre dos protagonistas, uno hace el papel de Lazarillo y el otro de investigador. Este último interpretará también los amos que tuvo Lázaro.
Esta actuación empieza con un investigador que rompe un muro y encuentra a un Lazarillo de Tormes viejo. Lazarillo tenía el texto escrito original de su vida. A partir de aquí recuerdan los amos más importantes que tuvo él: el ciego, el clérigo, etc.
En mi opinión, los actores no estaban nerviosos, pero el volumen no era el adecuado. Las acciones estaban muy bien representadas ya que utilizaban pocos objetos. El escenario estaba muy bien representado y distribuido. El decorado era escaso. Las luces cambiaban respecto al modo de como Lazarillo explicaba su historia. El vestuario estaba muy bien hecho porque cada amo tenía una vestimenta diferente.
Finalmente, a mi me ha parecido muy interesante esta obra teatral porque los actores no empleaban muchos objetos y solo habían dos actores. También me ha gustado el muro por donde salía Lazarillo y sus vestimentas." Álex B. Preda 3A
"Me ha
parecido muy bien poder verla porque así nos hacemos una imagen sobre lo
que leemos en clase. Me ha gustado mucho el muro por donde Lazarillo
atravesaba y el cofre de donde ellos sacaban la ropa para hacer de cada
amo. También ha sido muy interesante que los actores no hayan utilizado
objetos reales, sino que los hayan imaginado."
Niharika Kaur, 3A
"La obra de teatro del Lazarillo de Tormes al principio me costó entenderla, ya que no coincidía con las aventuras del personaje, hasta que no entendí que un investigador se encontraba con él y Lázaro le contaba su vida. Pero gracias a los actores lo fui entendiendo más, ya que actuaban muy bien. Por ejemplo, cuando al actor del Lazarillo le tocaba actuar como un niño pequeño, ponía su voz más aguda o cuando el investigador hacía de narrador, ponía su voz en tono más grave." Emma Felip, 3A
“Han captado mi atención durante toda la obra, el mensaje se entiende perfectamente y coincide con lo que hemos hecho en clase”.
Para empezar, os voy a comentar las cosas que me han gustado sobre la obra de teatro. Me ha gustado mucho el Teatro Municipal de Girona, es hermosísimo. También me ha gustado el personaje del Lazarillo, este era muy gracioso y el tiempo. No me ha gustado que solo hubiera dos personajes y tampoco me ha acabado de gustar el personaje que hacía de amo, no era tan ocurrente o divertido como el que hacía de Lazarillo. Asma Jilali, 3A
“La
representación teatral del Lazarillo rompió mis esquemas, me esperaba
algo simple y fue todo lo contrario, me encantó que le dieran un toque
moderno y humorístico”.
“Según mi punto de vista,
la obra del Lazarillo fue diga de ver. Al principio parecía una obra
dirigida a un público más infantil, pero a lo largo de la trama ese tono
va dejando entrever el tratamiento irónico que consigue llamar la
atención del público adulto”.
Gérard Chetrit, 2o de Bachillerato.
“Gracias a ellos los tratados me quedaron más claros”.
“El
poder hablar con los actores después también me parece algo curioso y
bueno, ya que puedes entender otras cosas que talv ez no hubieras
percibido solo leyendo la obra”.
“Me gustó mucho,
no solo se limitaron a contar la historia, sino que la modernizaron
mostrando la ironía y sátira del pasado y también de la actualidad”.
“Asistir
al teatro para ver la obra del Lazarillo de Tormes me hizo cambiar de
opinión sobre el teatro, concluí que el teatro puede ser fivertido y
asimismo educativo.”